REFLEXIÓN SOBRE EL PROGRAMA DE HHSS DE ÚRSULA, ZORAIDA, EMMA Y RAQUEL
En mi opinión, este programa de HHSS ha sido bastante complicado de aplicar en el aula. Todos sabíamos que pretendían trabajar el tema de los conflictos y estábamos bastante alerta con el dilema que nos plantearon. Quizá, si no supiéramos lo que estábamos trabajando el problema hubiera aumentado de forma considerable.
Pienso que, en un principio, todos estábamos bastante escépticos. Sin embargo, según nos daban información nos metíamos poco a poco en el programa. También tuvo importancia la actuación de Alejandro, diciendo que tomaba en cuenta todo, que sólo estaba como observador, etc.Hubo varios grupos de personas que tomaron diferentes perspectivas, bajo mi punto de vista. Por un lado, los que no participaron y no sabíamos lo que pensaban. Por otro, los que defendían su postura y no estaban dispuestos a ceder nada de su tiempo. Por último, aquellos que intentábamos negociar, como era mi caso, y no obteníamos ninguna respuesta positiva. Ellas mostraban una postura muy cerrada, demasiado cerrada, podría decir. Cuando presentábamos alguna solución, no se adaptaban a ninguna de ellas. Sólo nos hacían pensar en la posibilidad de que les cambiáramos el día de exposición y, claro, eso era muy complicada, bien porque nos faltaban materiales o preparación, o bien porque nos faltaba un compañero.Su propósito era claramente, que nos posicionáramos directamente con el conflicto, que lo sintiéramos en nuestras propias carnes. Creo que no lo consiguieron durante todo el tiempo pero si en algunos momentos.Creo que las habilidades que pretendieron trabajar eran, sobre todo, fueron la empatía (pretendían que las entendiéramos y nos pusiéramos en su lugar) y la capacidad de liderazgo (saber si alguien “llevaba” al grupo hacia una u otra postura). Creo que la empatía se dio en gran medida, aunque el conflicto quedó sin resolver. Sin embargo, en mi opinión, no hubo nadie que mostrara una actitud clara de líder.La metodología que emplearon fue adoptar cada una de ellas una actitud diferente: una pretendía convencernos a toda costa, dándonos todo tipo de argumentos (Emma), otra se conformaba con que no lo cambiáramos, pero nos sugería ir a la calle lloviendo a cántaros (Úrsula), otra diciendo que no se podía hacer la actividad en un espacio cerrado (Raquel) y, por último, la que tomó la actitud más pasiva y apuntaba lo que iba saliendo en la pizarra (Zoraida).Creo que el punto fuerte del programa fue que consiguieron, en gran medida, que sintiéramos un conflicto como propio. El punto débil fue su cierta falta de credibilidad por saber lo que estábamos trabajando.Me quedo como lo más interesantes, las argumentaciones que surgieron, los sentimientos que aparecieron, las pequeñas discusiones y la reflexión final en gran grupo.Gracias chicas, besitos a todos.
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